miércoles, 28 de enero de 2009

Flash Back_9

Altagracia, 31 de octubre de 2007

Lyo vino y se fue. Estuvimos en Coche, disfrutamos algo de Margarita. El gestor milagroso se volvió humo. Al final el amigo del amigo que tenía el teléfono se desapareció y no fue posible siquiera contactarlo. Así que ni con cuatro millones ni con seis es posible aquí comprar un pasaporte, al menos no con los contactos elusivos que tenemos. A pesar de la rabia inicial que me había dado pagar por un documento al que tengo derecho y que el Estado tiene el deber de proporcionarme, pensé que iba a ser la solución.

Me había hecho a la idea de que finalmente la fecha del 12 de noviembre podía ser mi fecha definitiva de viaje. Ahora todo es otra vez incierto. Me quedo en casa de mi mamá, en Bahía de Plata, Altagracia, a esperar que de Caracas llegue alguna noticia que amerite que me regrese a hacer algo productivo allá. Mientras tanto, me aprovisiono de libros y me consuelo con la compañía de mi mamá y de mi gato, que está cada vez más arisco y rebelde.


Altagracia, 1 de noviembre de 2007

Hablo con una tía que tiene un vecino retirado de la Naval que tiene buenos contactos en la Onidex. Ella me dice que no hay problema, que ella va a hablar con este señor para ver qué se puede hacer. Así que le envío por internet la carta explicativa que escribí hace ya casi un mes y copias de las planillas que están registradas en la página web, con todos mis datos. Ahora, otra vez, no hay más remedio que esperar. Mientras espero me dedico a leer. Tengo cada vez menos ganas de seguir escribiendo este diario. Nada parece tener el más mínimo sentido ...y lo que es peor, la más mínima importancia. Todo se me desdibuja mientras pasan las horas, unas exactamente iguales a las otras, y la sensación de estar en el limbo es muy difícil de superar.

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